El famoso científico polaco Nicolás Copérnico nació el 19 de febrero de 1473. Era el hijo más pequeño de Nicolás y Bárbara, una pareja de ricos mercaderes de cobre.
En 1491, el joven Nicolás asistió a la Universidad de Cracow, donde estudió pintura y matemáticas. También desarrolló un creciente interés en el cosmos, y empezó a coleccionar libros sobre el tema.
Hasta entonces, se creía firmemente que el sol y el resto de los planetas conocidos, giraban alrededor de la Tierra, y que la misma era el centro del Universo.
Alrededor de 1508 Copérnico empezó a desarrollar su propio sistema celestial, un sistema heliocéntrico. Helio quiere decir sol en griego; y la teoría de Copérnico establecía que el sol era el centro del Sistema Solar, y que el tamaño y velocidad de cada planeta dependía de su distancia del mismo.
Aunque esta teoría fue vista como revolucionaria y causó controversia, Copérnico no fue el primero en presentarla. Varios siglos antes, el astrónomo Aristarchus de Samos había identificado el Sol como el centro alrededor del cual giraba la Tierra. Pero esta teoría fue descartada en los tiempos de Copérnico, debido a que la idea de la Tierra como centro del Universo era la aceptada por la Iglesia Católica Romana. Aún así, el sistema de Copérnico fue mucho más detallado y exacto que el de Aristarchus, incluyendo una fórmula más eficiente para calcular la posición de los planetas.
Nicolás Copérnico se convirtió en la imagen del científico solitario, defendiendo una idea demasiado avanzada para su tiempo. Se le considera el padre de la astronomía moderna, sentando las bases que permitieron que Newton culminara la revolución astronómica, conocida también como la Revolución Copernicana, en la que se aceptó la visión del cosmos heliocéntrico de Copérnico.